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Dirigir una banda amateur

Recientemente he tenido la ocasión de dirigir una banda amateur en Navarra, concretamente la Sakanako Haize Berriak de Alsasua. Su director, Luis Orduña, me invitó a dirigirla con ocasión de un concierto extraordinario dedicado a las mujeres en la música. Acepté porque me pareció una invitación curiosa y porque me apetecía colaborar con un director que desde el primer contacto me mostró un entusiasmo poco común por su proyecto. La única cuestión que me preocupaba desde un punto de vista exclusivamente musical era el nivel técnico y musical de la agrupación para afrontar el programa seleccionado (la Suite completa de Carmen de Bizet). La obra era nueva para el grupo y, según me informaron, los músicos de la banda tenían en su mayoría una mínima formación musical en escuelas de música, otros eran aficionados ya mayorcitos ,y unos pocos estaban cursando estudios de grado medio en los primeros cursos.
Con este panorama pensé que poco sería lo que se podría hacer desde el punto de vista interpretativo, más allá de intentar que las notas estuvieran en su sitio con una afinación lo más aceptable posible para un grupo de estas características.
Ya estaba resignada a afrontar este compromiso lo más profesionalmente posible cuando llegó el primer ensayo. Efectivamente, la situación musical que había imaginado era la que constaté; mi sorpresa vino de la actitud de todos los miembros de la banda: una entrega y unas ganas de hacer bien las cosas que realmente me resultó emocionante cuando menos. Ese entusiasmo y entrega (habían trabajado la obra con profesores previamente en un cursillo intensivo de fin de semana, además de varios ensayos extras en horarios que jamás hubieran aceptado otros músicos más formados, etc) fueron los que posibilitaron que el trabajo en los dos ensayos que tuve con ellos fueran realmente productivos. El resultado final, ofrecido en dos conciertos, fue uno de los que más valoro de entre todos los que he tenido la oportunidad de ofrecer con agrupaciones de este tipo.
Es absolutamente asombroso lo que puede producir el amor propio y el entusiasmo: la afinación estuvo realmente aceptable (mejor de lo que yo había supuesto en principio), los tempi se acercaron mucho a los requerimientos de la partitura y, lo que es más asombroso, pudimos hacer música, interpretar, colorear la música en cada pasaje... El trabajo de conjunto fue más que aceptable (todos escuchaban!!) y no creo que Bizet estuviera del todo enfadado por la versión que se hizo de su Carmen.

El público respondió con la misma energía que pusimos todos en el escenario. Un éxito.
Desde aquí quiero felicitar a todo el grupo por su labor, por haber dado de sí mismos todo lo que podían y seguramente más.

Pero ante todo quisiera dejar constancia de una reflexión personal sobre el tema de la música hecha por amateurs. Es posible que desde el punto de vista de la calidad musical, no sea posible nunca para una agrupación amateur alcanzar las cotas de perfección de un grupo profesional o de músicos bien formados, pero desde el punto de vista de la divulgación musical y la labor social que realizan, estas agrupaciones amateurs me parecen absolutamente necesarias. Además, el mensaje musical comunicado con entusiasmo y cariño llega más fácilmente al público en general que la música perfectamente traducida técnicamente pero de una manera fría y calculada. Es cierto, por otro lado, que las agrupaciones amateurs no debieran abordar repertorio que superase con creces sus posibilidades técnicas porque tampoco se trata de hacer la música de cualquier manera: además de constituir una falta de respeto por la obra y el autor, tampoco el stress interpretativo conduce a comunicar ningún mensaje musical. Por tanto, siempre que el nivel del repertorio sea adecuado, las cotas de calidad que se pueden alcanzar con una agrupación amateur pueden ser todo lo ambiciosas que el director se proponga porque el esfuerzo y la dedicación están aseguradas.

Gracias a Haize Berriak por unos ensayos tan gratos y dos conciertos refrescantes.

Comentarios

Antonio Mañas ha dicho que…
Tu post sobre la experiencia con una banda amateur es emocionante pero ¿donde estan las obras para banda que podamos tocar con dignidad? tu misma dirigiste una obra para orquesta . Haberlas hay pero son escasas.
Saludos
Antonio Mañas ha dicho que…
Por cierto como esta este mundillo que la carrera de dirección de banda no existe, si quieres hacerla al estranjero debes ir.
Espero no quede en una experiencia puntual y que realmente vivas las bandas como lo hacemos aquí en Valencia.
saludos

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